martes, 22 de noviembre de 2011

Hoy desde mi ventana veo una fiesta de principio de curso y me pregunto ¿qué historia tendrán para compartir cada uno de los invitados?

Frecuentemente al conocer a alguien, aparte del habitual intercambio de nombres, surge la inocente pregunta de ¿y de dónde eres? Muchos, con toda normalidad, sin pensárselo dos veces responde con facilidad, sin embargo en mi caso después de una breve pausa de recapacitación empiezo diciendo “en teoría soy de Barcelona”. Al ver la cara de desconcertada de la gente por haber insertado la palabra en teoría, suspiro, y me preparo para explicar brevemente los últimos 20 años de mi vida. Empiezo por donde es más razonable, mi nacimiento, diciendo que nací en La Haya (Holanda). Después continúo explicando que al poco más de uno año me mudé a Turquía, con la frontera de Iraq. Al cabo de 3 años, me mudé a las selvas de Brunei situados en la isla de Borneo en Asia. Tras 4 años me mudé a Venezuela, y antes del golpe de estado contra el gobierno de Chávez, ya nos estamos mudando a Houston en Estados Unidos donde estuve seis años. Curiosamente, al igual que nací en Holanda, mi mayoría de edad y el último año de bachillerato la cumplí en la misma ciudad ya que volvimos de nuevo a La Haya.

Y ahora, aquí me tienen en mi tercer año de Derecho en Pamplona. Tras la breve explicación, surgen numerosas preguntas, pero cuantitativamente las más populares son: Primera de ellas ¿y por qué te sientes catalana? Antes que nada quisiera hacer el pequeño matiz, tal vez controvertido para algunos, que yo me siento Española. Después, de española, orgullosamente puedo decir que soy catalana. Podrá ser por que al vivir fuera de España, en culturas de diversa índole, sentía que podía tener más en común con un Español, con indiferencia de qué comunidad autónoma proviniese, que con un nativo del país que fuera huésped. En verdad, de Catalana solo tengo un cuarto, siendo mi madre mitad vasca y mitad catalana, y por parte paterna de Madrid. Sin embargo mi casa de toda la vida, donde pasamos el verano y las navidades está en Tarragona, y dicen que eres del sitio donde por primera vez te miras a ti mismo con una mirada inteligente, para mí ese lugar fue en Tarragona. Por tanto, por tradición, psicológicamente me he acostumbrado a relacionar mi casa de Tarragona con volver a casa. Al vivir en diversos países, teniendo un lugar permanente donde todo te es familiar, y tus parientes residiendo cerca, crea un ambiente de pertenecer.

La segunda pregunta es ¿y qué país te gusta más? Antes que nada, aunque pueda sonar demasiado diplomático, todos los países que conviví tienen grandes cualidades. Sin embargo, es de admitir que Estados Unidos es el que más me ha marcado. Aparte de los 6 años de estancia en Estados Unidos viví desde los 12 hasta los casi los 18, unas edades donde empiezas a moldear seriamente el perfil de tu persona. En consecuencia, tengo recuerdos más vivos, al estar mas activamente involucrada con su cultura. Por tanto, ¿por qué no haber estudiado la carrera en Estados Unidos? Por la sencilla razón de que quería volver a mis raíces. Para la universidad, fue mi turno de elegir qué rumbo tomaría mi vida, y aparte de otras diversas razones, lo tomé como una oportunidad de reforzar mi identidad, formarme más con una española que soy. Por tanto la pregunta viene a ser ¿ y qué he aprendido? Estos últimos dos años de estancia en Pamplona, he aprendido que tal vez no sea tan Española como esperaba, pero tampoco tengo ya la necesidad existencial de serlo. Me gusta ser una persona que como se dice coloquialmente en Estados Unidos “thinks outside the box”, es decir ser de una mentalidad abierta. Por eso mismo, ahora mismo si me preguntan ¿y dónde te ves en unos años? Puedo responder con facilidad que me veo ejerciendo en el extranjero, preferiblemente en la rama de Derecho Internacional público, pero siempre sintiéndome española.

Cita del día:
And thank you for a house full of people I love. Amen. ~Terri Guillemets

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